Antes de graduarme fui aprobado en un concurso público para el Instituto de Laticínios Cândido Tostes, una de las instituciones más reconocidas en el área de lácteos en América Latina. Sin embargo, esto no fue suficiente para mí y decidí trabajar como consultor independiente, consiguiendo así montar más de 10 fábricas de alimentos y productos lácteos. Con ello descubrí el increíble mundo de la ingeniería de proyectos “llave en mano”, esto es, un nuevo concepto de contratación de servicios. Con ello, me di cuenta de que muchos agricultores sufrían con la dificultad de construir una gran fábrica de ladrillos. Luego, como creador de opinión en mi área, en 2017 recibí un contacto vía SKYPE de una empresa de Israel que me presentó un proyecto de fábrica de quesos en contenedores. Me di cuenta de la gran oportunidad de ayudar a los pequeños agricultores a tener su agroindustria y creé la startup MODULAGRO. Se trata de proyectos modulares ecológicos, inteligentes, fáciles de montar y asequibles, que permiten a los pequeños productores y a las comunidades rurales disponer de su espacio para el cultivo y la producción de alimentos. Con este proyecto, creamos el Banco de Alimentos MODULAGRO, que permite reutilizar las hortalizas que se pierden entre el campo y el consumidor, evitando así una pérdida del 30% al 40% de la cosecha. Este material reutilizado se procesa y se transforma en mermeladas, sopas, zumos, caldos, deshidratados, etc. que se suministran a organizaciones sociales, comunidades necesitadas, personas sin hogar, residencias de ancianos, etc. Aún con la formación académica que ya tengo y con el negocio en marcha, el curso MBS de Interweave Solutions me dio una visión aún más clara de cómo puedo servir a la comunidad y, junto con los proyectos de MODULAGRO, cambiar la vida de tantas personas, por lo que el siguiente paso será completar el curso de Embajador del Éxito para llevar a cabo este proyecto mío.