Sin lugar a dudas es una herramienta, es un programa, es una bendición, que se convierte para quien la tome en serio, en un faro para guiar a quien con fe desee pasar de la pobreza extrema paulatinamente a un estado de integridad y calidad de vida superior. Lo que más me ha impactado después de realizar el MBS, es descubrir la oportunidad no sólo de progresar individualmente sino también de ayudar a otros que lo logren. El primer cambio que he podido experimentar es el de la actitud mental. Finalmente, quiero testificar, que mientras comparto e invito a muchos a aprovechar esta gran oportunidad, he comprobado la respuesta de Cristo, al ver la disposición por tomar el curso MBS y muchos incluso han comenzado a apoyarme en mi microempresa de HAYACAS.