Cuando el Sr. Okoro Ezenwa Omaka vino a nuestra finca para hablarnos del curso la primera vez, no nos interesó, pero cuando volvió a visitar la finca decidí probarlo y estoy agradecida al Padre Celestial por haberme dado la capacidad de escuchar la vocecita que me pedía que probara el curso, porque hacer este curso me ha abierto los ojos y me ha hecho ver que puedo ser útil a mi comunidad. Mi negocio ha empezado a ver beneficios porque ahora me pago a mí mismo, a diferencia de lo que ocurría antes cuando robaba mi negocio. Sinceramente, este curso me ha ayudado a ser una buena madre, esposa, hermana, amiga y vecina de mi familia y de la comunidad en general.